Nuestro ámbito de actuación abarca tanto vehículos particulares, bien sea coche o moto, como vehículos industriales, ya sean autocares o camiones. No hacemos distinciones, estamos preparados para todo tipo de rescates y acudimos al instante donde nos necesiten.

Nuestra experiencia nos ha ayudado a ser solventes en cualquier tipo de situación, por compleja que esta sea y a estandarizar un procedimiento de actuación de rescate.

1. El conductor, durante la llamada debe dar detalles sobre su incidente, instrucciones exactas de su ubicación o, al menos, indicar un punto de referencia fiable para el gruísta, así como los detalles del vehículo en sí (marca, modelo, matrícula, color...).

2. Estacionar el vehículo, en la medida de lo posible, en un lugar de la carretera que no interrumpa el paso de otros usuarios de la vía.

3. Una vez hallado el conductor Nuestro profesional valorará los daños sufridos y si es necesario trasladar el vehículo con la grúa o la pluma (en caso de vehículos industriales pesados). Una simple recarga de batería o la instalación de un neumático de repuesto no requerirá mayor intervención de nuestra parte. Sin embargo, otras casuísticas como accidentes sí requerirán de la acción de la grúa.

3. Se conectará el vehículo a los ganchos de la grúa con cuidado para evitar daños en ambas partes. El conductor debe indicarnos dónde quiere llevar el vehículo, bien sea un taller o domicilio.

4. Nos aseguraremos de la correcta sujeción del vehículo incidentado antes de arrancar.

5. El vehículo llega al destino acordado, el conductor tiene la opción de acompañarnos en la grúa si así lo requiere.

6. Una vez en el destino, se comprueba que el vehículo no ha sufrido daños durante el transporte y se finaliza el servicio.